¡Te pillé!
Es lo que parecen decir cuando vemos ese mensaje abajo a la derecha en el que te dicen, de manera muy diplomática, que puedes estar siendo víctima de fraude ya que tu sistema operativo no es legal.
Por supuesto, salvo casos de mala fe por parte de fabricantes, todos somos conscientes de qué tenemos en nuestro ordenador.
Y cuando este día llega solo queda una opción: Pagar.
Antes aún podíamos tratar de encontrar algún parche para seguir usándolo, y no descarto que entre una cierta comunidad de usuarios, tal cosa aún sea posible, pero yo soy una usuaria un poco atípica.
Sin ser una total ignorante en estas cuestiones, tampoco puedo decir que sea una experta, así que cuando lo que conocía me falla, primero trato de buscar alguna opción pero no arriesgo la estabilidad de mis archivos y mis documentos por ahorrarme unos euros que, en otro caso, quizá lamentaría no haber empleado, de manera que cuando me vi obligada a reinstalar mi sistema operativo y vi que el programa que me permitía engañar a los robots de microsoft ya no funcionaba, fui a lo seguro y compré el nuevo 10.
En cuanto le das a comprar, te aparece una ventanita a la derecha con un número de teléfono gratuito y un chat, para guiarte, si hace falta, en cualquier problema que puedas tener.
Pagas, (aunque hay la opción Paypal, te recomiendan usar una tarjeta bancaria para que el pago sea efectivo al momento y no debas esperar a que se apruebe, como sucede a veces con paypal, aunque a mi nunca me ha sucedido) y te piden una dirección de correo electrónico para enviarte la clave del producto y otra información.
Te recomienda descargarte un pequeño programa de descargas, en esta pagina puedes ver a qué me refiero, y en cuanto lo tienes y el pago es efectivo, empieza la descarga de windows 10.
Una vez acaba de descargarse, te pregunta si quieres instalar ya. Si accedes te pide la clave de producto y empieza a instalarse.
Como hasta ese momento la falsedad del sistema operativo que tenías no había quedado demostrada, y has escrito una clave legal, la instalación sigue el mismo cauce que he explicado en esta entrada, con la única diferencia que te pregunta qué quieres conservar, dándote a elegir entre todo (programas y archivos) o solo archivos.
Lo lógico es elegir todo y seguir instalando.
Cuando termina de instalarse, es recomendable hacer una copia del sistema operativo que acabamos de instalar.
Para ello abres el programa que habías descargado, (lo encontrarás en la carpeta Descargas) y desde allí le pides hacer una copia en un pendrive.
Te dicen que puedes hacerla en un DVD, pero es más fiable un pendrive.
Para eso necesitas uno de, al menos, 4 gb, aunque es preferible que sea de 8 por si acaso.
Una vez tengas la copia en el pendrive, empiezas a usar el ordenador de manera normal, pero al haber hecho esa actualización sobre un sistema que no era realmente legal, es posible que en algún momento no vaya todo lo fino que debería.
Yo me encontré con un problema de gestión de lo que se llama el explorador de archivos, que no me abria las carpetas de imágenes cuando quería añadir alguna a facebook o aquí. Al darle a Examinar se abria el explorador pero no se veian las imágenes. Solo se veia un "estamos trabajando en ello" desesperante.
Me puse en contacto con el centro de ayuda y tras probar mil soluciones opté por la que me pareció mas lógica y reinstalé w10 desde el pendrive. ¡Bingo! se reinstaló sin problemas y desde ese día ha ido como la seda.
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